Finalmente Matt publicó una entrada en su blog en Tumblr, la cual dividió en dos partes y donde nos comparte algunas imágenes y un extenso relato de cómo le fue previo al viaje, durante su vuelo, y sobretodo, durante su estancia en Tokio, Japón.
Dejo la traducción al español; espero la lean y sea de su agrado :)
Día 1: Tokio
[ Parte I ]
Como nunca he hecho un blog basado en mis viajes y aventuras gastronómicas, mis amigos y mi familia siempre me animaron a empezar algo como esto.
Todas estas fotos son fotos del iPhone en (obviamente) unas de las situaciones de iluminación menos no fotogénicas; de modo que verán la comida más o menos como yo lo hice... en una especie de niebla borrosa (no muy diferente a la mía, que fue inducida por las abundantes cantidades de alcohol japonés delicioso y desfase horario).
En cuanto ahora, estamos sentados en el área de emisión de boletos del aeropuerto de Narita en Tokio - nuestro vuelo tiene aproximadamente 3 horas de retraso, pero el WiFi gratuito y la posibilidad de publicar por fin una buena comida hace que el peso de esto sea una pieza de... sushi.
Me desperté a las 4:00 de la mañana del primer día (el día que haya sido) para dejar Orlando y mi familia para volar a Nueva York y conectar en Narita. YO NO COMO comida de los aviones, o en restaurantes de comida de avión (con algunas excepciones en ciertos lugares), así que siempre empaco frutos secos, granola, barras de granola, Triscuits, y otros alimentos super saludables poco convincentes. El vuelo era largo, tedioso... ¡Y de hecho tengo una historia divertida! (para ustedes, no para mí):
Se suponía que tendríamos asientos para extender las piernas, reservados por nuestra disquera, debido a una lesión en la rodilla que tengo en la actualidad; en todo lo que fue el viaje, por supuesto que esto no ocurrió, pero yo tenía dos asientos vacíos a mi lado.
Lo siguiente que sé, una madre y su hija andan apuradas, la mamá en el teléfono, frenética (creo que iban atrasadas para algo, por alguna razón...), el vuelo por fin despega. Tomé algo para poder dormir (de plano uno tiene que hacerlo en estos vuelos largos cuando tienes que entrar y ponerte a trabajar de inmediato.) Me duermo durante cerca de tres horas y despierto por algo extraño: la hija, que está sentada a mi lado, se está medio-vomitando sobre la manta de avión que está en mí. ¡Hurra!
Miro en estado de shock, noto que su madre todavía está durmiendo, yo continúo rápidamente sacando todas mis cosas fuera del camino, me apresuro a ayudarle a encontrar una bolsa para el vómito (buen trabajo, Delta -que no tiene ningún tipo de entretenimiento o sala en vuelos internacionales- gracias, aerolíneas baratas); continúo ayudándola a limpiarse con toallitas húmedas, desinfectante; trato de avanzar en la fila del baño, y con eso casi acaba. La chica estaba avergonzada, pero la madre no parecía de verdad salir de su mirada vidriosa (probablemente tomó lo mismo que yo para dormir.) No hubo mucho agradecimiento de la mamá.
Oh bueno.
Vayamos rápido a lo de Tokio.
Esta fue mi sexta visita a Japón (sin incluir mi nacimiento), y pedí quedarme en el [hotel] Tokyu Excel en Shibuya. Estoy muy familiarizado con esta área... es más o menos como te lo imaginarías si alguien te mencionara Tokio: constantes videos de J-Pop en las grandes pantallas de video, hombres y mujeres muy bien vestidos (que, en la primera visita a Shibuya, me hicieron sentir como un vagabundo, con lo bien que estaban vestidos). El gran volumen de personas caminando, cruzando las calles de manera increíblemente ordenada es desorientador cada vez que vengo aquí.
Yo no soy un chico de ciudad, pero sin duda podría vivir en Shibuya. Me encanta allí. Es una mezcla de cosas viejas y nuevas (como todo Japón lo es), los restaurantes tradicionales que sirven todo tipo de especialidades regionales de todo el país que gente de otros países no tendrían la oportunidad de comer en sus bares de pseudo-sushi no manejados por japoneses. Todavía hay una gran cantidad de estilos [de comida] japonesa que todavía tengo que probar (y mi madre es japonesa - y es una de las mejores cocineras del planeta).
Koji de Roadrunner Japón se ha convertido en un gran amigo nuestro; nosotros sabemos (y él sabe) que cuando es el momento para nosotros para pasar el rato - esto significa una cantidad ofensiva de buena comida y grandes cantidades de alcohol fluyente.
Confundido por el horario, con sueño y hambre (desde mi última dieta de 24 horas de frutos secos y granola) - sabíamos justamente la cura. Warazi-Ya es un lugar al que llegamos primero en muchos de nuestros tours por Japón. Es un restaurante Izakaya (un estilo ya en ciernes en puntos donde la comida es trascendental, como Los Angeles, Nueva York, Melbourne, y otros). Izakaya es una especie de restaurante menos formal con mesas donde se comparten montones de pequeños bocados de diferentes cosas (no muy diferente de las “Tapas” en España).
Las cabinas privadas están alineadas con papel en las paredes con arte antiguo de porno japonés. Al parecer, un viejo estilo de arte muy popular (diablos – hay que ver lo popular que es hoy en día... sólo más ingeniosamente hecho por los maestros japoneses de la antigüedad), que sin duda establece un tono informal, cuando te sientas en las cabinas tradicionales.
El primer plato que se presentó fueron pepinillos Daikon; algo que he comido mucho en mi vida, pero estos tienen un sabor fuerte de wasabi. Las habas gigantes (no estoy seguro del nombre) fueron una mezcla de frijoles de soya sabor y una judía verde; la mezcla misteriosa de “menudencias de pollo” fue una experiencia divertida. Incluso Koji no estaba seguro del todo de lo que era cada pequeño e indescriptible bocado... pero yo sentí que fue un poco de hígado, corazón, y muy probablemente algo de intestino. La salsa que tenía era fantástica. ¿Los orbes amarillos? Ni idea de lo que eran; tenían la textura de un huevo duro y una papa. Oh, entrañas deliciosas (me encanta el offal/getemono (el japonés “offal” se traduce como “alimentos feos”.)
El calamar frito fue fantástico. Me encanta la forma en Japón hace los alimentos fritos; muy muy diferentes, incluso en la forma que la comida frita japonesa se hace en los Estados Unidos. El plato de carne de cerdo y verduras me recordó casi a un sabor Chino (no en el sentido del Szechuan), pero tuvo ese aceite de sésamo y ese buen líquido transparente que envolvía la carne y verduras.
[ Parte II ]
El siguiente platillo (si estuviera en los Estados Unidos) se llamaría así: Camarones de 3 maneras. Eran camarones cubiertos de mayonesa japonesa (un sabor completamente diferente a nuestra mayonesa estadounidense), cabezas de camarón fritas (la mejor parte de un camarón para mí, cocinada de la mejor manera), y las galletas de camarón. Este plato fue algo especial. La mayonesa de camarones fue probablemente una de las mejores cosas que comimos esa noche – la mayonesa japonesa tiene un sabor más dulce que la de Estados Unidos, y es mucho más ligera; las cabezas de camarón frito... si ustedes no la han probado antes hechas del modo correcto, háganlo; es lo mejor.
Nigiri. Por supuesto, debo comerlo. Es hecho diferentemente aquí; no hay “Memphis” mezclados y rollos “Hawaianos”... es Nigiri y Sashimi. Servidos a temperatura ambiente. Tu sushi no es un bote con la intención de flotar en un baño de salsa de soya - aquí se hace bien. Una capa muy delgada de salsa de soya se coloca en el plato de soya – uno tiene que sumergir el Nigiri al revés para mojar ligeramente sólo una pequeña cantidad de la soya en el pescado (no el arroz). El wasabi eléctrico verde que se entrega en montañas en los bares de sushi de todo el mundo son inexistentes; el wasabi conecta el Sashimi al arroz (cuando el chef siente que lo necesita.)
El salmón a la parrilla me transporta a mi niñez. Mi mamá siempre hacía salmón, arroz y sopa de Miso – EL desayuno japonés. Este salmón estaba perfecto.
Suntory es mi cerveza favorita en la Tierra. La cerveza “japonesa” en los Estados Unidos usualmente no lo es. Es canadiense. ¿Kirin? ¿Sapporo? Elaborada en Molson en Toronto. Creo que es lo mismo con Asahi (puedo estar equivocado en este caso). La cerveza japonesa no sabe japonesa para mí en los EE.UU. - aquí ... es la mejor cerveza del planeta en lo que a mí respecta. Es ligera, pero sabe a malta y fuerte al mismo tiempo; es el complemento perfecto para los delicados (y complejos) sabores que son la comida japonesa. La comida japonesa se trata de simplicidad... se trata del plato que uno está comiendo. Cuando uno ordena cartílago de pollo frito, eso es lo que se tiene - con el condimento recomendado – y no está cubierto por guarniciones. (Esta textura puede haber asustado a algunos – aunque eso es justificable.)
El cangrejo fue fantástico – la mezcla de alcachofa fue un misterio – pero fantástica... pero ahí tenía un sabor no muy japonés... casi me recordó algo que uno vería en la cocina francesa.
El Yaki-tori podría ser un movimiento como el sushi. Es un estilo completamente diferente; hay chefs que sólo hacen Yaki-tori, restaurantes donde solamente sirven Yaki-tori. Todo es carne... en una brocheta... ¿a la parrilla? Una cosa fantástica.
Después de media docena de Suntory Premium Malts, necesitábamos algo caliente. Ocha. Té verde japonés. Eufórico.
Topamos la noche en Hobgoblin. Un pub británico. En Japón. ¡Ja! Vi todo tipo de comida de pub británica escritas en pizarras en las paredes; un guitarrista bastante bueno cantó el blues estilo Mississippi - cosas realmente ‘cool’.
Bebimos Yebisus hasta que era hora de irnos a dormir.
Considerándolo todo... como un regreso a casa.
Para finalizar, una fotografía de Matt, Corey y un par de integrantes de la famosísima banda japonesa Dir en Grey. Da click sobre ella para verla en tamaño completo:
Imagen cortesía de: @DIRENGREY_web
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